miércoles, 27 de marzo de 2013

Anselmo Raguileo 4

Erwin Quintupill

Esta el la cuarta entrega de la ponencia presentada en un Simposio de Intelectuales Indígenas en Latinoamérica en enero pasado (USACH, Santiago 2013). Como ya dije antes, mi intención es llegar a la biografía completa. 

(Queda la parte final que pronto subiré)

Erwin Quintupill

III

El CAPIDE (Centro Asesor y Planificador de Investigaciones y Desarrollo) lo formaron tres jóvenes antropólogos[1], para desarrollar investigación “en la línea de vivir con la gente y tratar de meternos en su cabeza; cosa que no es posible, pero se puede tratar…” (Mireya Zambrano). Fijaron su área de trabajo entre “la octava, novena y décima región, es decir, todo el sur mapuche. Y nuestra investigación inicial nos sirvió para elaborar lo que era nuestro propósito: oponernos a la dictación del Decreto Ley 2568” (M. Zambrano). A poco andar notaron que necesitaban de un Taller de Cultura y Lengua Mapuche, “porque nosotros mismos podemos, de repente, plantear alguna cosa que moleste o que haga ruido o que nos dificulte la comprensión” (M. Zambrano).

Hecho el contacto con Anselmo Raguileo acuerdan invitarlo a una conversación y proponerle que se haga cargo del proyecto. Lo reciben en el Cerro Ñielol, de manera simbólica “para recibir a un hombre que es estudioso, que es mapuche… que es nuestro par en la cultura con la que nosotros queríamos trabajar.” (M. Zambrano).

Allí “Hablamos de que si se atrevía a venir y ampliar este taller a una cosa mayor, lo que él le pareciera y que viera la forma en que estábamos trabajando, etc. Y a mí se me ocurría que ese taller podía ser la puerta de entrada de él, porque era de cultura y lengua mapuche.” (M. Zambrano). Poco tiempo después, Anselmo Raguileo arribaba a Temuco para hacerse cargo.

Postularon un proyecto, el que obtuvo financiamiento para realizar cursos gratis de mapuzugun y de ese modo poner en práctica lo que fuera investigando. Los asistentes (alumnos) fueron profesores mapuche que ejercían la educación básica, con los que la organización ya tenía contacto. Eso “fue la puerta para instalar esa conversación y esa discusión. Él entró a la elaboración del alfabeto mapuche, porque partíamos de la base de que esta cultura ágrafa había que abrirle la puerta, para escribir sus propias cosas y lo que quisiera, y en su lengua. (M. Zambrano). Elaboraron documentos adecuados, guías de trabajo y textos que consideraron pertinentes. Pronto el curso se abrió a otro tipo de público y tuvo una duración de varios años. Los alumnos recopilaban información en su lugar de residencia, manteniendo el “método de ir y volver con la información”. De esa manera contribuían al objetivo principal.

Anselmo Raguileo inició un programa de visitas a diferentes lof[2] y ciudades, para ubicar a personas hablantes del mapuzugun y conocer los distintos modos de hablarlo. Estuvo en Concepción, Talcahuano, Tirúa, Lebu, Alto Bío- Bío, Lumaco, Isla Huapi, Pullinque, Isidoro Mehuin, Marikijawe, Lautaro, Galvarino, Cholchol, Nueva Imperial, Puerto Saavedra, San Juan de la Costa” (R. Raguileo), entre otros lugares. “Las investigaciones de terreno las hizo él. Él tenía un equipo que lo iba ayudando,…que le pasaba los borradores” (M. Zambrano).

El Grafemario Raguileo es presentado oficialmente en 1982. Posteriormente sigue una serie de actividades en las que su autor se enfrenta, principalmente, al mundo académico que busca imponer su propia versión de alfabeto. Fue así como los días 22 y 23 de mayo de 1986 se realiza en Temuco el “Encuentro para la unificación del Alfabeto Mapuche”, ocasión en que se desarrolla “una verdadera batalla campal”, según la antropóloga Mireya Zambrano; cuestión que también afirma la bibliotecaria Myrians García que presenció los hechos por encontrarse trabajando en el local en que se desarrolló el Encuentro. Dijo la señora Myrians en conversación no registrada que Anselmo Raguileo se “enfrentó” con los académicos y que le pareció “formidable” su actitud frente a esas “vacas sagradas”. La antropóloga Mireya Zambrano recuerda que si bien ellos (el CAPIDE) eran parte, en esa ocasión no se involucraron en la discusión, “porque sentíamos que el planteamiento de Anselmo era el planteamiento de un científico mapuche y que el planteamiento de la Católica carecía de eso, carecía de la mirada mapuche”… “Estaba solo. Esa es mi percepción. Yo no hablo por nadie más, hablo desde mí. Siento que él pudo haber percibido que estaba solo en esto, y la verdad es que el CAPIDE estaba detrás de él; pero, sin expresárselo ahí, en público… yo siento que (en) esa parte específica de lingüística, nosotros podíamos haber ayudado más... en decir por ejemplo, por qué es más conveniente un signo que otro… pero, no importa porque él igual salió con su alfabeto”.

Paralelamente, Anselmo Raguileo desarrolló un trabajo en lo político, como integrante de la organización mapuche Admapu y militante del Partido Comunista, y en lo cultural apoyando a jóvenes artistas en el proyecto Casa de Arte Mapuche “Mapu Ñuke Kimce Wejiñ”, en la ciudad de Temuco. Dice la poeta Rayeh Kvyeh, “Eran los comienzos de un Taller Literario, donde estábamos Elicura Chihuaylaf, Leonel Lienlaf y yo. Entonces, así llegó don Anselmo y conversamos con él. Había la idea de crear una casa de la literatura mapuche, a la cual él se integró. Estoy hablando de principios de los años 90”. Su apoyo fue en lo lingüístico, de modo que además de traducir algunos textos, llegó el momento en que implementaron talleres de enseñanza del mapuzugun, para niños y jóvenes. “Él fue un puntal en la guía  principalmente del idioma, pero también de la defensa de la identidad cultural” (R. Kvyeh).

Toda la actividad desplegada respecto al grafemario, tenía como fin llegar a la gente mapuche y - especialmente - a las comunidades rurales, para su validación en terreno. Hubo personas y organizaciones que apoyaron su trabajo, dijeron hacerlo suyo y se comprometieron en su instalación. Amnistía Internacional publica la Declaración Universal de los Derechos Humanos utilizando el alfabeto Raguileo, Admapu en su Congreso de 1987 decide asumir un rol activo con el apoyo de “todas las comunidades” (R. Kvyeh), se realizan cursos de mapuzugun en la Sociedad Mapuche Newen y se publica un libro de poesía en alemán y mapuzugun, traducido personalmente por el lingüista (Kvyeh, R. Mond ver resten knapen. Schmeterling Verlag, 1991).


Sin embargo, el final de su vida material llegó abruptamente. Sus hijas relatan que en mayo de 1991 notaron los primeros problemas en su salud y el 29 de febrero del año siguiente expiraba uno de los hombres más prominentes de la historia mapuche, dejando una serie de preguntas sin respuestas en todos los ámbitos en que eligió u optó vivir. Dice su hija Ruby que desde la medicina el diagnóstico habla de muerte neuronal; pero, que esa enfermedad se presenta de un modo diferente a como le afectó a él. Hay parientes que aseguran o hablan de un “mal”. Su mismo hermano, Juan Bautista, al instante de recibir la noticia de su muerte lo mencionó.

“Le empezó con un herpes en la cara” (Mónica Raguileo), “cayó en cama el 1º de noviembre” (R. Raguileo) y en diciembre mostró los primeros signos de pérdida de memoria y de desconexión con la realidad. A fines de enero de 1992 – el autor de este trabajo, en Saltapura – lo pudo ver en posición casi fetal (su cuerpo se estaba retrayendo) y balbuceante. Se había transformado en dependiente. Pocas semanas después, dejó de existir en la casa que arrendaba en Temuco. Su cuerpo fue trasladado al domicilio de su hermano Juan Bautista en Saltapura, en donde el velatorio y el funeral fueron realizados al modo tradicional. Fue sepultado en el cementerio de su lof de origen.

Falta agregar que tuvo inquietudes literarias, dejando un grupo de quince poemas[3] y dos cuentos.



[1] Mireya Zambrano, Bernardo Arroyo y Jorge Sanderson.
[2] Lof: agrupación familiar que ocupa un territorio determinado. Actualmente es sinónimo de comunidad.
[3] Ocho de ellos fueron publicados. Ver García y Galindo: Poesía Mapuche. Las raíces azules de los antepasados. Universidad de la Frontera, 2003. Los siete restantes se encuentran en poder de su hija Ruby y mío.

lunes, 25 de marzo de 2013

¿Cómo denunciar una acción de discriminación?


A continuación se entregan indicaciones acerca de cómo realizar una denuncia cuando se está en presencia de un acto discriminatorio, entregado por el Observatorio Ciudadano:
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La ley crea la acción de no discriminación arbitraria. La pueden presentar los directamente afectados por una acción u omisión que importe discriminación arbitraria ante el juez de letras de su domicilio o ante el del domicilio del responsable de dicha acción u omisión.

La acción podrá interponerse por cualquier persona lesionada en su derecho a no ser objeto de discriminación arbitraria, por su representante legal o por quien tenga de hecho el cuidado personal o la educación del afectado.

También podrá interponerse por cualquier persona a favor de quien ha sido objeto de discriminación arbitraria, cuando este último se encuentre imposibilitado de ejercerla y carezca de representantes legales o personas que lo tengan bajo su cuidado o educación, o cuando, aún teniéndolos, éstos se encuentren también impedidos de deducirla.
¿Qué plazo existe para presentar la acción de no discriminación arbitraria? y, ¿Cómo debe presentarse?
La acción deberá ser presentada dentro de noventa días corridos contados desde la ocurrencia de la acción u omisión discriminatoria, o desde el momento en que el afectado adquirió conocimiento cierto de ella. En ningún caso podrá ser interpuesta luego de un año de acontecida dicha acción u omisión. La acción se interpondrá por escrito, pudiendo, en casos urgentes, interponerse verbalmente, levantándose acta por la secretaría del tribunal competente.
¿Puede el tribunal declarar inadmisible la acción?
No se admitirá a tramitación la acción de no discriminación arbitraria en los siguientes casos:
  • Cuando se ha recurrido de protección o de amparo, siempre que tales acciones hayan sido declaradas admisibles, aun cuando el recurrente se haya desistido. Tampoco se admitirá cuando se haya requerido tutela de derechos, establecida en los artículos 485 y siguientes del Código del Trabajo.
  • Cuando se impugnen los contenidos de leyes vigentes.
  • Cuando se objeten sentencias emanadas de los tribunales creados por la Constitución o la ley.
  • Cuando carezca de fundamento. El juez deberá decretarla por resolución fundada.
  • Cuando la acción haya sido deducida fuera de plazo.
¿Puede el recurrente pedir que se suspenda el acto presuntamente discriminatorio?
En cualquier momento del juicio, el recurrente podrá solicitar la suspensión provisional del acto reclamado, y el tribunal deberá concederla cuando, además de la apariencia de derecho, su ejecución haga inútil la acción o muy gravosa o imposible la restitución de la situación a su estado anterior.
¿Cómo es el procedimiento de la acción de no discriminación?
Presentada la acción, el tribunal debe pedir informe al denunciado y fijar una audiencia a la que citará a las partes. Si una de las partes no asiste o si concurriendo ambas no se produce la conciliación, el tribunal, en la misma audiencia, citará a las partes a oír sentencia si no hubiere hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos.

Si existieran hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, el tribunal recibirá la causa a prueba, la que recibirá en una nueva audiencia. Finalizada la última audiencia de prueba, el tribunal deberá citar a las partes a oir sentencia.
¿Qué plazo tiene el juez para dictar sentencia?
El tribunal fallará dentro de los quince días hábiles siguientes a aquel en que la causa hubiera quedado en estado de sentencia. En ella declarará si ha existido o no discriminación arbitraria y, en el primer caso, dejará sin efecto el acto discriminatorio, dispondrá que no sea reiterado u ordenará que se realice el acto omitido, fijando, en el último caso, un plazo perentorio prudencial para cumplir con lo dispuesto.

Podrá también adoptar las demás providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida protección del afectado.

Si hubiere existido discriminación arbitraria, el tribunal aplicará, además, una multa de cinco a cincuenta unidades tributarias mensuales, a beneficio fiscal, a las personas directamente responsables del acto u omisión discriminatorio.

Si la sentencia estableciere que la denuncia carece de todo fundamento, el tribunal aplicará al recurrente una multa de dos a veinte unidades tributarias mensuales, a beneficio fiscal.
¿Puede ser apelada la sentencia?
La sentencia definitiva, la resolución que declare la inadmisibilidad de la acción y las que pongan término al procedimiento o hagan imposible su prosecución serán apelables, dentro de cinco días hábiles, ante la Corte de Apelaciones que corresponda, ante la cual no será necesario hacerse parte.
¿Qué dice la ley respecto de las sanciones a funcionarios públicos que cometan discriminación arbitraria?
La ley modifica el Estatuto Administrativo y el Estatuto Administrativo para Funcionarios Municipales e incorpora el acto de discriminación arbitraria como causal de destitución.
¿Se agravan las penas para algunos delitos?
La ley agrega como una nueva circunstancia agravante de la responsabilidad penal (contempladas en el artículo 12 del Código Penal), la siguiente: “Cometer el delito o participar en él motivado por la ideología, opinión política, religión o creencias de la víctima; la nación, raza, etnia o grupo social a que pertenezca; su sexo, orientación sexual, identidad de género, edad, filiación, apariencia personal o la enfermedad o discapacidad que padezca.”

Consultar también:

www.observatorio.cl

En Temuco: Antonio Varas 428
fono: +56(45)2213963, fax: +56(45)2218353
En Santiago: Bandera 537, oficina 46
+56(02)6993921
mail: contacto@observatorio.cl

domingo, 24 de marzo de 2013

MOMENTOS DEL 7º MINGAKO KULTURAL



Imagen: Fogata en la noche del sábado (despedida).
Foto: Mabel



Imagen: Carolina Nawelwal, cuenta sus motivaciones.
Foto: Mabel.


Imagen: ¿?
Foto: Mabel


Imagen: Todo terminó. Ahora a compartir sin apuro, a disfrutarlo todo. (Noche del sábado).
Foto: Mabel.


Imagen: Pucha, que la pasan mal. ¡Quiero ser niño, por un rato! (Isi y Marcela).
Foto: Mabel.


Imagen: La primera cena colectiva (jueves por la noche). Al centro mi peñi Daniel Maribur, de Elicura (Lanalhue). No nos veíamos desde hace unos 25 años más o menos. A su izquierda mi amiga Maritza (Chillán), que invitó a Daniel. Al otro lado, mi prima Fresia (Stgo).
Foto: Mabel.


Imagen: Tomando mate (yo, Andrea y Moli)
Foto: Mabel


Imagen: Jugando a las casitas. Isi, Marcela y Fresia.
Foto: Mabel.


Imagen: "Apugate David, la weá está por empezar"
Foto: Mabel.


Imagen: Fresia y Olegario (a) "El logko de la noche".
Hicimos acuerdo, entre todas las visitas, de reunir platita para comprarnos un cordero. Al final, nos ofrecieron un "combo" de dos corderos por diez mil menos (c/u)... Así que nos dimos el gusto: Uno en la noche del jueves y el otro en la del sábado para despedirnos. Eso sí, alcanzó para una sola comida. ¡Éramos -felizmente- muchos!
Foto: Carina.


Imagen: Heyeh reclamando protagonismo. (No tiene que hacer mucho esfuerzo).
Foto: Mabel.


Imagen: La misma Heyeh acompañada de Isi.
Foto: Mabel.


Imagen: Fíjense en la expresión de asombro del Rumpi (perro amarillo), mientras Carina juega a ser niña.
Foto: Mabel


Imagen: Guillermo.
Foto: Carina


Imagen: Venta de recuerdos, a cargo de Mabel. Los pesos sirvieron para recuperar lo invertido en comida. ¡Pucha, qué comer más!, aunque un día mi lamgen Carolina y yo casi nos quedamos sin probar los granados.
Foto: Carina


Imagen: Al fondo, mi primo Marcelo (desde Concepción a la cocina). La suerte de la Keli, este chiquillo cocina re bien. Sonia, sapeando desde el otro costado y mi hermana Flor, de Pindi.
Foto: Carina


Imagen: Mi prima Sonia (desde Concepción a la cocina del Mingako). También María y Carolina (de Santiago).
Foto: Carina


Imagen: Isidora, la exploradora... Salió verso, sin esfuerzo.
Foto; Carina


Imagen: Koha pensando en morder el chancho a la vecina-
Foto: Carina.

Pronto subiré otras imágenes.

miércoles, 20 de marzo de 2013

CARTA DEL FALLECIDO LONKO PASCUAL PICHÚN A RICARDO LAGOS



“…sepa usted que otros mapuches seguirán peleando por lo que nos pertenece en justo derecho y otros lonkos asumirán el lugar que yo y tantos otros hermanos ocupamos hoy. Eso no debe usted olvidarlo nunca señor Presidente”
CARTA DEL FALLECIDO LONKO PASCUAL PICHÚN A RICARDO LAGOS
Señor Ricardo Lagos Escobar
Presidente de La República
Casa de La Moneda
Santiago de Chile
2003
PRESENTE
Señor Ricardo Lagos, soy Pascual Pichún Paillalao, lonko mapuche de la comunidad Antonio Ñiripil de Temulemu, a quién la justicia chilena mantuvo por más de un año detenido en la Cárcel Pública de Traiguén junto al peñi Aniceto Norin y la lamngen Patricia Troncoso, sin pruebas ni antecedentes acusado de ser un "terrorista" y un "peligro para la sociedad". Como usted ya debe saber, hace una semana un tribunal de la novena región hizo finalmente justicia en nuestro caso y ratificó aquello que nosotros siempre dijimos ante los fiscales y la opinión pública. Me refiero a nuestra completa inocencia en todos los cargos imputados por el Ministerio Público.
Señor Presidente. Quince meses en la prisión, tres huelgas de hambre, el encarcelamiento de dos de mis hijos menores acusados también de "terroristas", el alejamiento obligado de mi familia, de mi trabajo en el campo y de mis peñi y lamngen en la comunidad, son los costos que tuve que pagar por ser un lonko mapuche y haber decidido luchar con dignidad por los derechos de mi pueblo. A nosotros nunca se nos encarceló por el incendio de la casa del señor Agustín Figueroa, como dijeron los fiscales. A nosotros se nos persiguió y se nos sigue persiguiendo en Chile por ser lonkos mapuche, por ser dirigentes de un movimiento, por ser luchadores sociales y por ser el recuerdo vivo de una campaña de exterminio inconclusa en la historia de este país sin memoria.
Sepa usted ahora de mi propia voz que nosotros los mapuches jamás hemos sido ni seremos terroristas como nos acusan. Sólo luchamos por lo justo, por nuestras tierras, por un futuro mejor para nuestros hijos y también por un futuro mejor para todo nuestro pueblo. Como lonko mapuche, tengo el mandato de representar a mi gente, de hablar por ellos muchas veces y de guiarlos en los tiempos buenos y también cuando las cosas se ponen difíciles. Es mi labor como autoridad mapuche señor Lagos, una labor que asumo con orgullo y que imagino es parecida a la que usted tiene como autoridad de todos los winkas o chilenos.
Esta carta que hoy le escribo no es para lamentar nuestra suerte como mapuches sino para exigir de su parte un mínimo de respeto y justicia. Creo que usted como autoridad debiera hacer que los responsables de nuestro encarcelamiento paguen por su error. Me refiero a la señora Fiscal Regional, Esmirna Vidal y los señores fiscales Raúl Bustos, Alberto Chiffelle y Francisco Rojas. Ellos, con una actitud abiertamente racista en contra de nuestro pueblo, nos acusaron de un atentado y desoyeron nuestras declaraciones de inocencia en todo momento. Esa actitud, señor Lagos, viola el supuesto nuevo trato que usted dice representar y que tantos gobernantes como usted nos han prometido falsamente en otros tiempos. Por ello es que solicito que usted pida la renuncia a estos personeros de su gobierno, especialmente a la señora Esmirna Vidal que ocupa un cargo de su confianza en la región.
Ya vendrán tiempos mejores para nuestro pueblo y estoy seguro que nuevas generaciones seguirán luchando a futuro por nuestro territorio y sus derechos. Cuando usted ni yo estemos en esta tierra, sepa usted que otros mapuches seguirán peleando por lo que nos pertenece en justo derecho y otros lonkos asumirán el lugar que yo y tantos otros hermanos ocupamos hoy. Eso no debe usted olvidarlo nunca señor Presidente.
Desde Temuko, Territorio Mapuche
PASCUAL PICHUN PAILLALAO
Lonko Mapuche de la Comunidad Temulemu - Traiguén
Martes 22 de abril de 2003
En: www.mapuexpress.net, desde Kontrainformacion, abril de 2003

FERNANDO RAGUILEO: DIBUJOS

Los que a continuación se muestran, dice su autor son dibujos digitales, pensados como decorativos. Conozco los primeros trabajos de Fernando, todos hechos a mano y en blanco y negro. Los prefiero a estos. Sin embargo,  es notoria la habilidad desarrollada para trabajar con un medio tecnológico, sin perder parte de su esencia.

Por otra parte, escribe poesía y está incursionando o mejor dicho ejercitando la escritura de relatos. No está mal. Él sabe que aprecio mucho su capacidad de plasmar imágenes a través de sus escritos. Me refiero a imágenes que ambos compartimos, pues crecimos en la misma Saltapura, y su propuesta - claro - tiene mucho de allí.

Si pinchas la imagen, podrás verla en tamaño mayor.








sábado, 16 de marzo de 2013

ACTO CENTRAL


ACTO CENTRAL
Sábado 16

Otro asunto importante – para este Mingako – resultó ser la revisión de hechos históricos que pueden ser presentados como antecedentes que explican la situación actual. Al decir esto último me refiero a lo que el gobierno y la prensa chilenos han llamado el “conflicto mapuche”.

Me detengo para hacer una aclaración con relación al concepto conflicto y al mismo tiempo hacer notar que el modo en que empleamos el lenguaje induce a interpretaciones variadas. En otras palabras, el lenguaje sirve para comunicar lo que queremos decir, pero, también para encubrirlo; para lograr comprensión sobre nuestro discurso (lo que sostenemos) como también hacer creer algo distinto a lo que pensamos. El lenguaje da para mucho y las instituciones lo saben muy bien. Si sus funcionarios son ignorantes al respecto, serán restados a esas funciones, o también puede ocurrir que sean asesorados adecuadamente.

CONFLICTO es un fenómeno social; pero refirámonos específicamente al conflicto humano. Conflicto es un asunto que por definición incluye la participación de dos partes que se enfrentan a un desacuerdo. Se resuelve mediante negociación. Las posibilidades de resolución son muchas o -por lo menos más- de una.

Dependiendo de las habilidades con que contemos para enfrentarlo:

-         Una de las partes puede imponerse sobre el otro. Estamos en presencia de un vencedor y un vencido. En este caso, generalmente el “vencedor” actúa de modo violento.
-         Una de las partes puede ceder todos sus intereses en beneficio de la otra, motivado por temor (a perder parte de lo que ya tiene, a perder mucho, a no lograr nada material sino sólo malestar emocional, al ridículo, a ser golpeado/a físicamente y/o psicológicamente; etc.).
-         Ambas partes hacen como que el conflicto no es importante y lo mantienen en situación de congelamiento o nos hacemos los lesos. El conflicto está escondido en algún rincón de nuestras vidas carcomiendo nuestro estado de ánimo.
-         Ambas partes dialogan argumentando sus posiciones y están dispuestas a llegar a una solución que les beneficie. Ambas partes saben desde un principio que deberán ceder parte de lo suyo y que recibirán un trato semejante de la otra. Hay reciprocidad. Esta forma de enfrentar el conflicto puede buscar apoyo en una tercera parte que sea neutral, competente en resolución de conflictos y confiable para todos.

Se puede decir mucho más al respecto; sin embargo podemos observar que calificar de mapuche este conflicto es dejar fuera de toda responsabilidad a la otra parte, la chilena.

Efectivamente, en mi opinión, estamos frente a un conflicto, iniciado principalmente por el joven y tozudo Estado chileno ¿o debiera decir la joven y tozuda clase dirigente de Chile. El conflicto es chileno-mapuche, ocasionado por la invasión territorial realizada por el Estado chileno y la actitud colonizadora permanente que ha mostrado a partir de entonces.

El conflicto no fue un constructo o una creación mapuche. El conflicto se nos apareció, a pesar de que muchos líderes de ese tiempo hicieron lo posible para evitarlo. (Para enterarse mejor, ver sobre el último levantamiento mapuche).


Nosotros los mapuche no tenemos no nos caracterizamos por mostrar una conducta colonizadora, aunque hay historiadores (no mapuche) que dicen que en tiempos antiguos nuestros antepasados habrían tenido ese comportamiento, porque habrían desplazado a otros grupos humanos del territorio que ocupaban.

Admito que los humanos, manifestamos – al igual que los demás mamíferos – esa conducta de defensa del territorio y la consiguiente defensa de lo que consideramos nuestro. Sin embargo, en la llamada antigüedad era tanto el territorio de que disponían nuestros viejos y viejas que no me cabe la idea de que ellos invadieran violentamente el espacio de otros… Los relatos que hasta ahora perduran hablan de que las familias se asentaban en un lugar y se mantenían en él por un tiempo prolongado. Sin mayor antecedente, pienso que podrían mantenerse unos doscientos años aproximadamente.

¿Qué les hacía cambiar de lugar? La observación de que el sitio estaba siendo explotado más allá de su capacidad de recuperación. Los mapuche antiguos -y algunos de ahora también- entendían que con la naturaleza debía de darse una relación de reciprocidad, de modo que no se la podía utilizar al punto de generar un estado de desequilibrio irreversible. Toda la naturaleza (el suelo, el bosque, los demás animales, etc.) debían tener la oportunidad de recuperarse, de “descansar” se dice todavía. Por eso, las familias se trasladaban a otro sector y allí continuaban su existencia. No éramos nómades; pero, tampoco sedentarios.


Sobre ese conflicto se expuso y conversó en la jornada final del 7º Mingako. La actividad pudo ser fallida, no haberse realizado, porque en la víspera el peñi Héctor Nahuelpan (historiador) se enfermó y en lugar de ir a Saltapura debió buscar un médico para rehabilitarse. También ocurrió que la lamgen Eliana Pulquillanca no pudo viajar ya que su papá se agravó justo en esos días. Ella lo estaba acompañando. Me llamó en el momento en que desarrollábamos la actividad para decirme que deseaba mucho estar con nosotros, que saludara a los asistentes y que la disculpáramos. En fin, ojala haya una nueva oportunidad para todos. Si trabajamos para ello, puede ser.

Pero, Alfredo Seguel no tuvo ningún impedimento para llegar y adaptarse a la situación. “Ya lo conversé con Héctor”, me dijo cuando nos encontramos esa mañana en Nueva Imperial, mientras en Saltapura se empezaban a movilizar hacia la sede comunitaria. Las comisiones de trabajo, organizadas algo tardíamente, funcionaban bien. “No hay problema”, le respondí. Agregué que venía aprendiendo en esto del Mingako a sobreponerse sobre la marcha. Hablamos de cómo estaba organizada la jornada.

El programa consistiría en una primera parte en donde se abordarían los antecedentes históricos identitarios, después almorzaríamos todos juntos, y por la tarde continuaríamos con lo más actual (datos estadísticos sobre ocupación territorial y uso del mismo, antecedentes sobre derecho indígena y algo más). Finalmente cerraríamos con alguna intervención artística.


Imagen: Alfredo comienza su exposición.


Imagen: Público (internacional).


Imagen: Algunos tomaban apuntes. De entre las participantes del taller de dibujos en telar, hubo quienes siguieron trabajando durante el desarrollo del acto.


Imagen: Público (local).

El público escuchó atentamente. Me preocupaba el lenguaje que utilizara el expositor; pero posteriormente entendí que la información fue bien acogida. “Hay cosas que yo sabía; pero, muchas otras, no”, me contaba una de mis sobrinas días después. “Y por eso estuvo bien. Da lata que otra gente no se interese por informarse”

Este último comentario es preocupante, porque da a saber que parte de los jóvenes están insatisfechos con la actitud de “sus mayores”, esa muestra de indiferencia irresponsable.

Otro de los asistentes y con otro nivel de lectura me comentó que en la exposición hubo “profusión agotadora de elementos demasiado técnicos” y propone a cambio otra “más participativa”, de modo que los asistentes no se sitúen en la periferia sino en el centro de la actividad misma. Interesante aporte a la metodología. Habría que hilar más fino, justamente.

Como sea, quienes asistieron a la exposición mostraron agradecimiento por la temática desarrollada, por el trato y también por el formato adoptado, que incluyó almuerzo y un par de intervenciones artísticas. Recuerdo que después de haber comido, pensé que más de alguien dormitaría y no fue así. Se observaba el efecto de lo ingerido; pero, se mantuvieron en el lugar.


Imagen: Almuerzo comunitario. Ninguno de los asistentes se perdió la actividad central, porque las comisiones funcionaron bien.
Fotografía: Moli.


Imagen: Almuerzo comunitario
Fotografía: Mabel.


Imagen: Almuerzo comunitario.
Fotografía: Mabel.

Terminada la exposición de Alfredo se hizo un reconocimiento a las mujeres que asistieron al taller de dibujos en telar. Lorena y Fresia se habían ido muy temprano, porque debían trabajar, dijeron. Norma, María y Lidia no llegaron. Agradecí a Loreto y a Carina por su ayudantía, a las asistentes por el desafío que se proponían, esto de querer ser ñimikafe (zomo ñimikafe). Es un rol no menor y con muchas posibilidades por los tiempos que corren. Las/os ñimikafe no deben conformarse sólo con reproducir lo que en otro tiempo se ha hecho. Existe también la tarea de proponer nuevos horizontes, si nos entendemos el natural comportamiento evolutivo. Esto último no es nada nuevo; pero, es un conocimiento que la escuela chilena ha ido destruyendo, a pesar del discurso constructivista. (Una cosa es el discurso, otra es la acción).
  

Imagen: Participantes en el taller, hablando acerca de su tuwvh y su motivación.
Fotografía: Mabel.

Momento especial fue la entrega de un gvrewe (herramienta para presionar la trama al urdido) a las participantes. Parecía ceremonia de iniciación o algo así. Cada una de ellas habló de su motivación y dio a saber su procedencia. María (de Santiago) nos contó que durante mucho tiempo trató de ocultar su origen y que su esposo (no mapuche) la ayudó a reencontrase. Él estuvo presente. Justamente llegó esa mañana, algo preocupado por no ser bien recibido. Alejandra comentó que está casada con un hijo de mapuche y que quiere que su hija se identifique con ello, que a medida que vaya creciendo quiere aproximarla a su origen, que quiere ser ella quien le enseñe a tejer en el wixal (telar).

El gvrewe de reconocimiento fue un aporte de Fernando Raguileo y él mismo se los entregó. Días antes me preguntó: “¿Cuántas son?, quiero hacerles un regalo”.


Imagen: Entrega de gvrewe.
Fotografía: Erwin.


Imagen: Ellas.
Fotografía: Carina.



Imagen: Pa la foto, pareciendo un equipo.
Fotografía: Carina.

Luego continuó Guillermo que no hace mucho se incorporó a la familia, por eso de los amores que nos enriquecen tanto. Él interpretó un par de canciones modernas (con guitarra y en castellano). Siento una envidia sana cuando veo y escucho aquello.


Imagen: Guillermo.
Fotografía: Erwin.

Poco antes del cierre, recordé a algunos de nuestros mayores: a mis padres y a la tía Marta Quintupill que desde la primera versión del Mingako estuvo asistiendo. Ella vivía en Nueva Imperial y tiempo atrás lo había hecho en lo que ahora es Hualpen (antes parte de Talcahuano). Lo especial de ella era esa demostración de apego a su identidad. Solía llegar sola y recuerdo que en la primera ocasión (2007) comentó que ella andaba con su ropa tradicional, como preguntando si podía usarla… Dos primas mayores que estaban esa vez, rápidamente la llevaron hacia uno de los baños y medio detrás de nuestra miradas hicieron el cambio. Llovía en esa ocasión. En 2009 le pedí que cantara y lo hizo. Al parecer fue la primera vez que lo hizo en un contexto distinto al familiar. Se le vio emocionada y cumplió.


Imagen: 1º Mingako (2007)
Fotografía: Víctor Cifuentes.


Imagen: Homenaje a Anselmo Raguileo (1º Mingako, 2007)
Fotografía: Víctor Cifuentes.


Imagen: Almuerzo (3º Mingako, 2009)
Fotografía: Erwin.


Imagen: Marta Quintupill canta (3º Mingako, 2009)
Fotografía: Erwin


Imagen: Pablo Quintupill, Zoila Huilipan, yo y Marta Quintupill
3º Mingako, 2009.

Por eso, por su ausencia, decidí cantar una vez más eso de Fvxa kuyfi ñi mvlen[1], una antigua canción que cantaban nuestro mayores. De mi generación el único que lo hace soy yo; por eso, insisto para que los jóvenes de ahora la tomen y la conserven. También lo hice por mis padres (Juan y Carmela) y por mi tío Anselmo. 


Imagen: Yo.
Fotografía: Moli.


Imagen: Guillermina Quintupill y yo.
Fotografía: Andrea.

Finalizó el 7º Mingako Kultural con la participación de la tía Guillermina Quintupìll, que llegó sorpresivamente desde Concepción directo a nuestra casa para acompañarnos. ¡Qué situación más estimulante! El cansancio desaparece o desapareció, pues allí estaban en medio de la noche mojada mi tía y mis dos primos (Marcelo y Sonia) y Keli (la pareja de M.)… Ella explicó que no cantaría canciones de amor, porque consideraba que la ocasión era para otras… Entonces interpretó una que aprendió de su papá (Ignacio Quintupill) y que narra un hecho que le aconteció a él. Después siguió con un canto de machi que aprendiera de Tugeyman… El peñi, Patricio Melillanca tuvo el acierto de registrar el momento y subió el video a Youtube (http://www.youtube.com/watch?v=yZN2hoZJfHk&feature=youtu.be).

Ha transcurrido un mes exactamente desde aquellos días que comenzaron temprano y finalizaron casi al amanecer. Me quedan muchos aprendizajes. Me queda la sensación de estar comenzando aún. Se nos abren nuevos rumbos, nuevos desafíos. Hay que seguir…

En otra abordaremos los otros momentos del Mingako número 7 y que son muchos, no oficiales; pero significativos.





[1] Ver texto de la canción en este mismo blog. (Etiqueta: vl o canto tradicional)

viernes, 15 de marzo de 2013

Anselmo Raguileo 3



Imagen: En Temuco.

(Tercera parte)

II

Hijo de hablantes del mapuzugun, de familia que usaba el idioma materno en todas sus conversaciones, hijo de maci y nieto de maci, las primeras palabras balbuceadas por Anselmo Raguileo – sin duda – fueron en mapuzugun.

De su madre recordaba vagamente un velorio

“…donde había una mujer tendida en una mesa y que él usaba pañales.” (Ruby Raguileo)

Al parecer, su hermano Juan pudo ser el principal impulsor para que aprendiera el castellano y otros asuntos del mundo no mapuche, cuestión que profundizó en su paso por la Misión de Boroa, después en la Misión de Padre Las Casas, la Escuela Industrial de Temuco y finalmente la Escuela de Artes y Oficios en Santiago, en donde – durante el primer período – obtuvo en la asignatura de Castellano su peor calificación. Este hecho lo motivó a dedicar el mayor tiempo posible al aprendizaje de ese idioma, hasta conseguir hablarlo de modo eficiente, cuestión que observó la profesora Ingrid Villa Baier – muchos años después –, cuando le solicitó colaboración mientras preparaba su tesis de grado “para ver similitudes entre algunos morfemas y fonemas del Inglés con el Mapuzugun.” Agrega la profesora Villa que conoció a “Una persona muy sencilla, quien hablaba muy correctamente”. En nota biográfica, sin publicar, su hija Ruby comenta que “Esto lo recordaría años más tarde y lo llevaría a  reflexionar sobre el fuerte impacto que sufren los niños mapuche al ser instruidos en un idioma diferente al materno  y obligados a aprender sobre una cultura que menosprecia la propia”.

Se cuenta que su interés por iniciar estudios sobre el mapuzugun, con el propósito de llegar a una propuesta de alfabeto, se habría dado cuando ingresa al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, en Santiago, como alumno académico en Lingüística General y de Gramática de la Lengua Española (1951). Todo esto después de haberse graduado como Técnico Químico en la Escuela de Artes y Oficios, y de haber cursado el primer año en la Escuela de Ingenieros Industriales.

En el Instituto Pedagógico conoce al académico Ambrosio Rabanales que lo motivó a dedicarse por completo a la tarea del alfabeto mapuche; y al mismo tiempo que estudia, comienza a trabajar como Encargado de Lengua y Cultura Araucana, Asesor Técnico de la Lengua y Cultura Mapuche y Profesor de la Lengua Mapuche, en la misma casa de estudios. De ese período datan los artículos “Los nombres de parentesco en la familia mapuche” y “Disquisiciones lingüísticas sobre algunos términos mapuches”, ambos publicados por el Boletín de Filología de la Universidad de Chile.

En 1956, el profesor Rabanales viaja a Alemania para realizar un doctorado. Ese hecho le resta el apoyo fundamental para continuar en su empeño, hasta el punto que deja la universidad, y con ello su trabajo en torno al mapuzugun.

Contrae matrimonio por segunda vez[1] (1956) y le nacen sus dos últimas hijas, Ruby y Mónica. Las exigencias de padre le hacen aceptar un trabajo como profesor de matemática, física y química, en el Liceo Municipal Mixto de La Cisterna (1957-1963). Intenta retomar sus estudios ingresando a la Universidad Técnica del Estado para estudiar Ingeniería Química, en 1959, los que debe abandonar por motivos económicos. Sin embargo, los conocimientos adquiridos le permiten emplearse como analista químico en FAMAE[2] (1964-1970).


Imagen 4: Árbol genealógico. Matrimonios y descendencia de Anselmo Raguileo Lincopil.

En 1970, Ferrocarriles del Estado le contrata como ingeniero químico, sin tener sus estudios finalizados, aunque al mismo tiempo retoma esa carrera, en la UTE[3]. Es elegido presidente del Sindicato de Ingenieros. Su inquietud por los asuntos sociales y políticos deviene de la década del 50, época en que toma contacto con el Partido Comunista e ingresa a esa organización.

En 1973, lo despiden de Ferrocarriles y se siente amenazado - como muchos - ante la persecución iniciada por la Dictadura. En la familia los asuntos no marchaban bien: su primera esposa había fallecido hacía tiempo y su único hijo varón padecía de epilepsia, en una época en que esa enfermedad era considerada no sólo invalidante sino también maldita.

Sin hogar, marginado por su enfermedad, angustiado ante la idea de perder a su padre, Anselmo hijo se suicida la noche del 20 de septiembre. Después de ese suceso trágico, y sin trabajo, Anselmo padre se emplea como obrero en una “industria de cadenas” y posteriormente se dedica – en forma independiente – a reparar todo tipo de artefactos eléctricos.

“Yo lo vi arreglando paraguas, arreglando máquinas de coser, televisores, refrigeradores… Se le rompe la úlcera, en 1976… en ese tiempo – 73 y 74 – las subvenciones se pagaban mal, tarde y nunca. Recuerdo haber pasado todo el año 74 en que mi mamá decía ‘no me pagaron este mes, me pagaron solamente esta parte” (Ruby Raguileo).

En 1977 le contratan como ayudante de su esposa, profesora de Castellano, que trabajaba en el mismo Liceo en que él lo había hecho anteriormente. La proximidad con un idioma lo hace repensar su viejo anhelo con respecto al mapuzugun y vuelve a ello.

En enero de 1980 viaja al sur, visita a algunos familiares y tiene noticias de CAPIDE. El antropólogo Bernardo Arroyo, fundador de esa ONG y pariente por parte de su esposa, viaja durante ese verano a Santiago y lo contacta para invitarlo a unírseles en un proyecto de Cultura e Idioma Mapuche. Anselmo Raguileo llega a Temuco - para quedarse - en marzo de ese año.

Así se inicia la última etapa y definitiva de ese largo proceso en que se forja el conocido Grafemario Raguileo.



[1] Su primer matrimonio con Porfiria Salinas fue en 1944, del que nacieron sus hijos María Isabel y Anselmo.
[2] Fábricas y Maestranzas del Ejército de Chile.
[3] UTE: Universidad Técnica del Estado. Hoy, USACH.