sábado, 6 de febrero de 2010

Erwin Quintupill

… por eso, esa tarde, durante el recital, mostré el siguiente texto -que forma parte del libro “Las Distancias”[1]-, a mi peñi Fabian:

Estrella

(Con ritmo de hip hop)

La estrella que alumbra sus pasos se ubica en lo alto
escondida tras el brillo de la cruz del sur
En lo alto de la tierra que ocuparon mis antepasados
escondida tras el brillo de sus espíritus y del mío
en lo más alto del altar que han construido
sobre el brillo de nuestros cuerpos golpeados
en la base de su letra incansablemente escrita
tras la sequedad de su lengua muerta
en sus navegaciones por un mar que nunca fue tranquilo
en sus andanzas por la cordillera con cuchillos fieros
con que robaron su majestad
situando en ella estrellas metálicas con aroma de fango

La estrella que alumbra sus ojos nunca fue nuestra
la hicieron blanca a fuerza de quitarle su color
la estrella que alumbra su rostro finalmente
se hizo espíritu malo mitad negro y mitad blanco, wixanalwe
rompió el ciclo de los tiempos para instalarse

Finalmente perdió el brillo natural que todo tiene
al momento de hacerse
porque nada llega de un mundo tan distante
el mundo es uno y la cruz del sur sigue alumbrando
con el mismo brillo que nuestros abuelos la vieron.


[1] “Las Distancias”, poemario, contradiscurso a la celebración oficial del Bicentenario. “Estrella” corresponde a la sección Bandera.

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