Cristian Antillanca es un peñi de trato cálido que va de la ciudad en que vive a su lof de origen con la misma insistencia que suelo hacerlo desde que tengo memoria. Comparto con él la pasión por mantener el cordón umbilical intacto con el útero de la tierra que nos vio nacer/crecer. Por eso, cuando me manifestó la idea de presentar su libro de cuentos recopilados me entusiasmé enormemente. Si el libro de cuentos narrados tradicionalmente en Saltapura estuviera ya publicado, podríamos observar diferencias en los diferentes aspectos que forman el conjunto de relatos; diferencias en la versión, en las temáticas, en el grado de presencia de la oralidad europea acogida, etc. Sin embargo, tenemos en todos estos cuentos el común denominador de lo aglutinador que resultaron para las generaciones que los vivimos a diario. Fueron el motivo de incontables reuniones familiares y de comunidad. Fueron también los instrumentos, a través de los cuales, aprendimos los principios y valores fundamentales de nuestra vida futura.
Hay mucho por hacer con los cuentos. Son, para algunos de nosotros, raíz principal de quehacer poético que hemos emprendido en la juventud o en la adultez. Hay pocos hermanos y hermanas que se han atrevido con ellos como tema de investigación. Espero que el trabajo de Cristian sea ampliamente difundido y utilizado por todos aquellos que buscan un nuevo espacio para estas viejas prácticas que vienen a fortalecer el concepto de identidad mapuche.
Extracto del texto:
“Una vez soñé que me escapaba de mi trabajo por una ventana. Del otro lado había un bosque, el bosque donde mi padre madereaba. Encontraba un camino. Era el camino donde tantas veces lo vi subir y bajar nombrando los bueyes, el camino a casa. Escribir para mí ha sido eso, la ventana del sueño por la que salgo y escapo para llegar a mi tierra, a mi gente, a casa. Es también la forma que tengo de volver a la niñez de donde tomé las experiencias e imágenes que me acompañan: el sol en medio de las pampas, el viento, el oleaje dorado del pasto, los caballos corriendo, mordiéndose, relinchando, anunciando las primeras lluvias. Los truenos pasando como un ejército por el cielo, una lancha en medio del oleaje izando una bandera negra, los balidos de las ovejas en el corral pariendo en medio de la noche. Cientos de aves que se despiertan y cantan con las primeras flores.”
Así explica mi peñi Antillanca su porfía por reunir este grupo de cuentos entre los años 2000 y 2004. Al final del volumen hay una breve reseña biográfica de los informantes, complementada con relatos de vida que nos vienen a ilustrar el mundo del que provienen estos relatos en castellano y mapuzugun (versión de Víctor Cifuentes), entre los que encontramos: La comadre zorra, El sol y la luna, La vieja encantadora, Blanco Cholindo, Rompefierros y Rompecadenas de un total de 15 seleccionados para esta edición. Sugiero ponerse en contacto con el autor. Pueden escribirme y los pongo en contacto con él.
Hay mucho por hacer con los cuentos. Son, para algunos de nosotros, raíz principal de quehacer poético que hemos emprendido en la juventud o en la adultez. Hay pocos hermanos y hermanas que se han atrevido con ellos como tema de investigación. Espero que el trabajo de Cristian sea ampliamente difundido y utilizado por todos aquellos que buscan un nuevo espacio para estas viejas prácticas que vienen a fortalecer el concepto de identidad mapuche.
Extracto del texto:
“Una vez soñé que me escapaba de mi trabajo por una ventana. Del otro lado había un bosque, el bosque donde mi padre madereaba. Encontraba un camino. Era el camino donde tantas veces lo vi subir y bajar nombrando los bueyes, el camino a casa. Escribir para mí ha sido eso, la ventana del sueño por la que salgo y escapo para llegar a mi tierra, a mi gente, a casa. Es también la forma que tengo de volver a la niñez de donde tomé las experiencias e imágenes que me acompañan: el sol en medio de las pampas, el viento, el oleaje dorado del pasto, los caballos corriendo, mordiéndose, relinchando, anunciando las primeras lluvias. Los truenos pasando como un ejército por el cielo, una lancha en medio del oleaje izando una bandera negra, los balidos de las ovejas en el corral pariendo en medio de la noche. Cientos de aves que se despiertan y cantan con las primeras flores.”
Así explica mi peñi Antillanca su porfía por reunir este grupo de cuentos entre los años 2000 y 2004. Al final del volumen hay una breve reseña biográfica de los informantes, complementada con relatos de vida que nos vienen a ilustrar el mundo del que provienen estos relatos en castellano y mapuzugun (versión de Víctor Cifuentes), entre los que encontramos: La comadre zorra, El sol y la luna, La vieja encantadora, Blanco Cholindo, Rompefierros y Rompecadenas de un total de 15 seleccionados para esta edición. Sugiero ponerse en contacto con el autor. Pueden escribirme y los pongo en contacto con él.
Imagen: Cristian Antillanca. 4º Mingako Kultural. Saltapura, enero 2010
Fotografía: Erwin Quintupill
1 comentario:
soy argentina, vivo en Comodoro Rivadavia, Chubut, Patagonia argentina. Edito una revista cultural para niños. Me interesa el libro "cuentos de olvido" Realizaré comentarios en la revista. Mi correo paulina007@speedy.com.ar
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