Por Erwin Quintupill
Al
igual que en otros ámbitos, nuestros antepasados se expresaban a través de su
vestuario, específicamente por medio de los diseños y la forma. Todos
sabemos que la ciripa[1]
dejó de usarse. Mis mayores me contaron que los últimos hombres que las usaron
fallecieron a mediados de la primera mitad del siglo XX. Entre las mujeres, es
posible observar el uso del kvpam[2]
hasta ahora, aunque preferentemente en el contexto de las ceremonias.
PU PICIKECE
Cuando
pequeño me tuvieron – no sé con qué frecuencia – en el kvpvlwe[3].
En esa “cama”, aparte de la ropa que envuelve, los niños vestíamos alguna
camisa y chaleco o chomba tejida con lana de oveja. Al comenzar a caminar,
niños y niñas vestíamos chamal confeccionado con algún resto de ropa. Era una
especie de falda que se amarraba en la
cintura. El propósito era que no orináramos lo que vestíamos. Íbamos desnudos
por debajo. Así jugábamos, caminábamos y corríamos. Cuando nos llegaba el
momento de evacuar, simplemente lo hacíamos. De ese modo, mamá tenía algo menos
de trabajo.
En mi
tiempo de niño, el vestuario ya se había chilenizado, con la excepción del
makuñ[4].
LA SIMBOLOGÍA DE LAS EDADES
Los niños/as y los adultos/as usaban y usan el mismo vestuario; sin embargo se mostraban diferencias muy claras. El de los picikece era de diseños simples. Por ejemplo, el xarilogko de niño podía llevar líneas, kvlenxaru o terrón de azúcar. Con la manta ocurría lo mismo. Por su parte, el xariwe de las niñas era también de diseños sencillos y si estaba algo más elaborado, había sido tejido con la técnica del gvpvn ñimiñ, que es menos complejo.
Imagen: Diseño "Terrón de azúcar" en lama (alfombra).
Técnica: Welu kvzez ñimiñ
Fotografía: Erwin Quintupill (Los Laureles, 2006)
Imagen: Xariwe de niña.
Técnica: Gvpvh ñimiñ.
Materiales: hilo y algodón.
Fotografía: Alicia Foxley.
Imagen: Diseño kvlehxaru (referencia a lo cola de traro) en lama (alfombra.
Fotografía: Erwin Quintupill.
Al
aproximarse la época de la pubertad, los padres se preocupaban de hacerle o
mandarle a confeccionar un xarilogko y makuñ a los niños; y a las niñas xariwe
y accesorios de platería. Los diseños podían ser ordenados por los padres o
dejados a elección de quien los confeccionaba. Es entonces cuando aparecen los
diseños complejos, confeccionados con la técnica del welu kvzez, para representar
que los usuarios son personas que han alcanzado la fertilidad.
Entre
los jóvenes y los mayores también había diferencias. Zoila Huilipan de
Saltapura comenta que en las mantas confeccionadas con la técnica del xariñ
(amarrado), consideraban esa diferencia. Los jóvenes y adultos llevaban diseños
más simples y sólo los mayores vestían lo más complicado.
Ver: https://www.youtube.com/watch?v=JgYxzm08zAI
***
El kvpam
de las mujeres solteras tenía dos tirantes que pasaban por entre su cuello y
sus hombros; en cambio, la mujer casada usaba uno solo, para facilitar el acto
de amamantar a sus guaguas. Posteriormente, ellas mantenían ese modo de
llevarlo.
Los colores, sus intensidades y matices
formaban parte de la simbología local e incluso familiar. En la actualidad, es
posible apreciar algunos de estos códigos, aunque desconozco si es producto de
la casualidad o intencional.
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