En
tiempos no muy remotos, nuestros cementerios se expresaban de acuerdo al azmapu[1].
Una de mis tías - Dominga Quintupill - me contó que cuando ella era pequeña y
cuidaba los animales de la familia, como todos los picikeche[2]
de otros tiempos lo hicieron, éste se encontraba allí mismo, que no tenía cerco
y que las tumbas poseían un cemavj[3].
Mi hermano José, que nació en 1940, cuenta que en sus años quedaba uno solo y
que nuestro hermano Olegario – el mayor – solía hacerle coronas de papel y que
se encaramaba a él para colocarlas. “Era el logko, decían”, agrega José.
Cuando
fui chico y cuidaba los animales, solía jugar en su interior. Había sólo cruces
y en mi desconocimiento me parecía normal; pero, después aprendí lo ya contado.
También pude ver en algunos libros, no escolares, muchos de ellos en un
cementerio del que no se indicaba su ubicación.
Tuve mi
sueño de ver el regreso de ellos, la apropiación de las nuevas generaciones de
la costumbre de esculpirlos según las características del fallecido/a. Tuve el
sueño de instalar uno en la tumba del tío Anselmo Raguileo y se ha cumplido.
Tengo el sueño de que otras tumbas lo tengan y se irá cumpliendo. Tengo el
sueño de tener uno para que me acompañe en mis días de difunto y espero que se
cumpla.
Ahora
que es octubre, el día 17 se iniciará una Escuela-Taller, organizada por la
Asociación Indígena Xafazkintun de Saltapura, para aprender a esculpirlos y a
saber sus fundamentos. Los beneficiarios deben ser jóvenes, de acuerdo a las
bases de la institución que financia. Los recursos serán para adquirir
herramientas, materiales y alimentación. La instrucción será responsabilidad de
Fernando Raguileo, secundado por su hermano Lino. Los demás colaboraremos en
dar alojamiento, hacer las comidas, preocuparnos de resolver los detalles que
vayan surgiendo y apoyar y apoyar.
Hemos
conversado con el peñi Cristian Collipal, para que nos visite y pueda
compartirnos su experiencia al respecto. Él y José Ancan fueron responsables de
aquellos que pueden verse en el Cerro Ñielol (Temuco) hace ya varios años. Es
de esperar que el peñi pueda acompañarnos.
La
invitación es para jóvenes mapuche de 18 a 29 años, de ambos sexos. La
actividad se realizará en dos fines de semana: 17, 18, y 24 de octubre. El día
25 se instalará el cemamvj en la tumba del tío Pablo Quintupill. Su viuda, la
tía Zoila Huilipan se hará cargo de fijar los detalles de la ceremonia.
Cocinaremos y almorzaremos en las afueras del cementerio.
Para
inscribirse, pueden escribir a xafazkintunsaltapura@gmail.com
y también pueden comunicarse por la cuenta Facebook de la organización. Para
buscarla debes hacerlo por Xafazkintun.
O
llamar, desde teléfono celular, al 0452638473
¡Bienvenidos/as!
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