Por Erwin Quintupill
Reconocido inquieto, impulsivo y gran
conocedor del kvpan[1] y del tuwvn[2],
Pablo Quintupill falleció en la madrugada del domingo 18, a eso de las 3 am. Wewpife[3]
incomparable en la actualidad. En otro tiempo debió haber mejores.
Le conocí desde pequeño, hermano de mi madre
Carmela Ñancupil Lienleo y de mi padre biológico. Allá por mil novecientos 70 y
algo más, le vi hacer gijanzugun[4]
con ocasión de que mi primo Herman se uniera a Marta. Después supe de él mismo
que lució mejores discursos en la unión de otras parejas. Me habló de las
dificultades que tiene la ocasión, dependiendo del tipo de familia de la mujer.
En esas ocasiones debía hablar de las virtudes de la familia del hombre, de lo
bien que habría de estar la mujer que se entregaba al mafvn[5]
y a la convivencia con el hombre que había aceptado.
En el funeral de mi padre Juan B. Raguileo
Lincopil realizó zugutun[6]
con el tío Maximiliano Licanleo. Lo mismo hizo – junto a Benito Ñanculeo –
cuando partió mi madre. Hubo otras ocasiones en que le correspondió, pues en
estas casos – normalmente – hablan dos hombres mayores representantes de
las dos líneas familiares de la persona fallecida.
Con ocasión del palin[7]
que los sobrinos jóvenes han organizado en los últimos años, le correspondió
levantar nuestra historia a través del wewpin[8],
al momento de recibir a los visitantes, lo mismo que al despedirlos.
Zugunmacife[9]
también de la maci[10]
María de Cancura y de otras que alguna vez realizaron la ceremonia del macitun[11]
entre nosotros.
Resultaba fácil escuchar de él las historias
que aprendió de sus mayores, especialmente de su madre Angela Lienleo y de su
tío Wete Ñancupil. Mis padres me hablaron sobre estos temas; pero, él me
entregó mucha más información, lo que me permitió completar los relatos. Sobre
la descendencia familiar (genealogía) era el que más sabía. Hubo una ocasión en
que visité al tío Maximiliano para preguntarle sobre lo mismo y me aclaró desde
el principio, “nadie sabe tanto como Pablo sobre ese asunto, tiene que visitarlo
a él”.
Unos días antes de partir estuve en su casa. Estaba
más delgado que nunca y me habló de su dificultad para tragar los alimentos, de
los tratamientos que le habían indicado tanto maci como médico occidental. A él
le costaba cumplir las instrucciones; no logró comprender que había
procedimientos largos y dejaba los remedios a los pocos días, a pesar de la
insistencia de la familia.
Tampoco dejó de trabajar. Hasta la víspera de
sentirse de veras mal (jueves 15) estuvo rozando, preparando la leña para la
temporada fría que se viene y entregado a otras tareas. Aparentemente no dejó
trabajo pendiente. Esa tarde-noche tuvo el peor de sus problemas con la
alimentación. Llegaron todas las hijas y todos los nietos/as. El sábado fue
llevado al hospital. Allá por la medianoche estaba conectado; pero no había
ninguna esperanza. Había dicho que deseaba morir en su casa; por eso, se
devolvieron. Se fue en silencio; al parecer, tranquilo.
EL FUNERAL
Zugutun. Funeral de Pablo Quintupill
Saltapura, 20 de enero del 2015
Todas las ceremonias mapuche son de mucho
trabajo. El eluwvn[12]
no lo es menos. A esta ceremonia, en castellano le llamamos “entierro”. Se
inicia con el envío de personas para que avisen a los familiares más cercanos
el deceso. Estos – a su vez – lo van comunicando a los demás. La gente comienza
a desplazarse hacia la casa del difunto para saludar a la familia doliente y para
ofrecer su colaboración en cuanto sea necesario. Algunos llevan flores, otros
velas; la mayoría, algún alimento y chicha de manzana o vino para servir, sobre todo,
a quienes acompañen durante la noche. La chicha o el vino pueden ser entregados
a la familia o bien ser servido por quien lo ha llevado, previo aviso a los
dueños de casa.
Los hombres más jóvenes se ponen a
disposición para hacer el sacrificio de los animales, la búsqueda de leña y/o
agua, la preparación de los asados y la cocción de las tumbas[13]
y cualquier otra diligencia que se le solicite. Las mujeres se entregan a la
cocina, sin descanso.
Hay familias que no realizan esta ceremonia
ni participan de ella, porque se han hecho cristianas o por chilenización. Los
que seguimos en ello, sacrificamos animales (cerdos, corderos, vacunos y/o
caballos). Yo decidí asar la carne en casa y por ello casi me amanecí en ello. Ya, el sol en el firmamento, cargamos la carreta con todo lo necesario y nos fuimos a la
casa del tío. La mayoría ya estaba allí. Comenzábamos a instalarnos y mi prima
Teresa me fue a buscar. Te estamos esperando, me dijo. Había que sacar el
cuerpo del tío, su padre, desde el interior de la cocina a fogón y llevarlo
hasta el espacio abierto en que todos nos estábamos apostando en la forma de un
gran círculo. Se trata de una ceremonia breve. Una conversación entre
representantes de las familias de las que proviene. Los demás acompañamos,
rodeamos. Enseguida, se carga el cuerpo a pulso y es llevado a un lugar abierto, fuera de la casa. Para los parientes que "entramos al entierro", nos llega el momento de compartir
los alimentos y la bebida que llevamos.
Poco después llegaron mis hermanos que viven
en ciudades lejanas. Armamos el fuego y comenzamos a atender a las visitas,
parientes de “importancia” y a aquellos que nos han atendido cuando les correspondió
lo mismo en su “comunidad”. Este trabajo es largo; pero, hay tiempo para
compartir breves conversaciones con los demás, para reír, para recordar, para
consolar y mucho más.
En la víspera la tía me pidió que lleváramos
los instrumentos musicales, wiño[14]
y ropa tradicional. Por eso, mis sobrinas de vistieron casi de gala en ese día.
Se trataba del entierro de un viejo, del más viejo de todos y que ejercía el
cargo de logko[15] de Saltapura[16].
Ya iniciada la tarde, el primo Amador pidió que hiciéramos música alrededor del
cuerpo del tío. Fue como un amulpvjv[17]
colectivo e improvisado. Mientras hacíamos esto, recordé que años atrás me/nos
estuvo hablando acerca de las pifvjka[18].
Me dijo que la maci del lugar realizó un viaje a Puelmapu[19]
y que desde allá trajo un juego de ellas, es decir, un total de seis. Se tocan
entre seis hombres, para coordinar tres sonidos diferentes, me dijo. (O sea, que la tocata de pifvjka la realizan tres dúos). Nosotros, ahora,
hacíamos lo mismo para él, para que tuviera un viaje tranquilo, para que
entendiera que su familia ha de estar bien y que nosotros nos quedamos en
buenas condiciones. Tocamos y tocamos, mientras la lamgen “Vivi” le daba al
kulxug[20]
y sonaban un par de xuxuka[21]
y una corneta. Un par de peñi algo mareados no se resistieron y comenzaron a
danzar. Se trató del Costa y del vecino Cata. Estuvimos así cerca de una hora;
quizás algo más. Descansamos un rato, retomamos las conversaciones, hasta que
llegó el momento de irnos al cementerio.
Es el instante del zugutun. Fue su sobrino
Amador por parte de su descendencia y otro peñi por el lado de la tía (su esposa). No
estuvo a la altura de lo que realizaba el tío Pablo. Faltó la larga exposición
sobre la genealogía familiar. Hubo explicaciones y recuerdos de lo que manifestó
alguna vez acerca del momento que vivíamos. Después se ofreció la palabra para
que otros/as familiares se expresaran también. Mi tía me había solicitado, dos
noches antes, que hablara en castellano. A mí me correspondía hacer el zugutun;
pero, no estoy en condiciones de reclamar ese derecho, por no dominar el
mapuzugun[22]. Por eso, hablé al final,
pare referirme a lo que aprendí de él: el kvpan. También hice mención a su
participación en la organización comunitaria en otros tiempos (dirigente del
Comité en la época de la UP[23]
y de los clubes deportivos (fútbol) Galvarino y Lucero), y en el actual (logko
de la comunidad), a su condición de palife y de wewpife, a su conocimiento de
la historia local y a otros asuntos.
Coyke purun. Funeral de Pablo Quintupill
Saltapura, 20 de enero del 2015
Enseguida, dispusimos el coyke purun[24]
de despedida. El mayor de todos fui yo; detrás de mí fue Pablo, su nieto; y
después, tres sobrinos bisnietos pequeños: Mawvn, Matías y Ligkoyam. Deben ser
números impares, en esta ocasión, y la danza se realiza en círculo contrario a
las otras veces. Ya finalizada; viene el momento de partir. La subida
hasta el alto fue a pulso. El resto del trayecto en carreta. Por la mañana,
había escuchado a mi prima Viviana decir: a mi papá lo llevo en carreta[25],
no en carroza.
Allá se quedó Pablo, en el sitio en que
sabemos que iremos también. Le ofrendamos lo que sabemos y pudimos. No porque
se tratara de una persona virtuosa en todo lo imaginable, pues cada uno de
nosotros sabe que se equivocó en más de una ocasión, sino porque consideramos
que los mapuche debemos ser despedidos con honores si hemos guardado aspectos
importantes de nuestra tradición, es decir, con respeto hacia él (por su conocimiento), hacia su
grupo familiar (esposa e hijas y descendientes) y hacia nosotros mismos.
Ahora, resta que le construyamos un ce mamvj[26].
[1] Kvpan (küpan):
genealogía familiar.
[2] Tuwvn (tuwün):
genealogía territorial.
[3] Wewpife (weupife):
orador que conoce los diferentes estilos de discursos realizables en la cultura
mapuche.
[4] Gijanzugun (gillanzugun): discurso de unión entre una mujer y un hombre. Lo
realiza un adulto elegido por la familia del hombre que conoce su origen
territorial y familiar, haciendo algo semejante a una defensa de sus virtudes,
apelando al conocimiento de la historia local y sobre todo haciendo uso de una
retórica envidiable, frente a la familia de la mujer, el día en que se realiza
el mafvn.
[5] Mafvn (mafün):
ceremonia de unión de una pareja.
[6] Zugutun (zugutun):
discurso funerario. Se realiza al momento de levantar el cuerpo para ser
llevado al cementerio.
[7] Palin (palin):
Deporte tradicional que se realiza de modo ceremonial.
[8] Wewpin (weupin):
discurso.
[9] Zugunmacife (zugunmachife): Asistente de maci que – en especial – se encarga de
hablar con su espíritu cuando se halla en estado de kvymi (trance).
Posteriormente, deberá informarle de todo lo que dijo mientras estuvo en ese
estado.
[10] Maci (machi):
machi.
[11] Macitun (machitun):
ceremonia de sanación de una persona enferma.
[12] Eluwvn (eluwün):
ceremonia funeraria.
[13] Tumbas: trozos grandes de carne cocida en
agua que se sirve a los acompañantes durante el “entierro”.
[14] Wiño (wiño):
chueca para jugar el palin.
[15] Logko (longko):
autoridad tradicional.
[16] Saltapura: nuestra “comunidad” o Reducción
como la llamaban los viejos, ubicada a 16 km al sur de Nueva Imperial, en el
Gulumapu o parte oeste de nuestro Wajmapu o territorio ancestral.
[17] Amulpvjv (amulpüllü):
canto y/o música dedicada al difunto para que su viaje sea realizado como se
espera, sobre todo para que no se quede en el entorno.
[18] Pifvjka (pifüllka):
instrumento musical de viento. Flauta confeccionada de madera y en algunos
casos de hueso.
[19] Puelmapu (Puelmapu):
parte este de nuestro territorio ancestral.
[20] Kulxug (kultrung):
instrumento musical de percusión.
[21] Xuxuka (trutruka):
instrumento musical de viento.
[22] Mapuzugun (mapuzugun,
mapuchezugun, mapunchezugun, chezugun): idioma mapuche.
[23] UP: Unidad Popular. Movimiento político que
llevó a la presidencia de la República de Chile a Salvador Allende.
[24] Coyke purun (choyke purun): danza del avestruz. Se realiza en varias otras
ceremonias.
[25] Carreta: vehículo de dos ruedas, impulsado
por una yunta de bueyes.
[26] Ce mamvj (ce
mamüll): escultura funeraria de forma humana.
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