Afiche
Diseño: Marcelo Flores Quintupill
Erwin Quintupill
quintupillerwin@gmail.com
Los relatos orales mapuche, en general,
tienen la función de comunicar ideas y sentimientos, las impresiones personales
y colectivas. En resumen, constituyen una muestra de lo que entendemos por
cosmovisión mapuche, abarcando diversos tipos de discursos.
Algunos, como los epew[1]
poseen claramente una intencionalidad pedagógica. Constituyen, ellos, un
constructo del colectivo de otros tiempos con el fin de instruir a los picikece[2]
en los valores y principios que sustentan el Azmapu[3].
Son al mismo tiempo, altamente lúdicos, de modo que es común que los jóvenes y
adultos los disfruten de igual manera que lo hicieron en su infancia, aunque
ahora desde el rol de adultos. Otros, poseen una función más inmediata, como
por ejemplo, las conversaciones de lo cotidiano, aunque en ellos puede estar el
germen de lo que se instala en la memoria individual primero y en la colectiva
después.
Afiche
Diseño: Centro Cultural Curarrehue
Algunas generalidades
de la cosmovisión mapuche
La vida mapuche transcurre en directa
relación con las normas que rigen a la naturaleza. El hombre y la mujer
entienden que sus existencias están ligadas a todo lo que le rodea. Visto desde
las ciencias naturales, la vida mapuche se conecta con los componentes bióticos
y abióticos[4]. La
intensidad de estas conexiones es variable y depende en gran medida del
comportamiento humano. Así, entonces, se asumen como igual de importantes que
ellos y su relación con el cosmos ocurre de modo horizontal[5].
A modo de muestra, las personas mapuche
“hablan” o se comunican con lo demás. Por ejemplo, con las plantas para tomar
parte de ellas - ya sea la corteza, ramas, hojas, frutos o flores - cuando éstas
son requeridas de modo especial, para curar una enfermedad o para participar en
ceremonias. Desde el conocimiento occidental, se puede decir que la gente
mapuche entiende que su energía – la propia, la que le da vida –
permanentemente está conectada a las demás energías, es decir, a la de los
demás cuerpos, sean estos vivos o no[6].
Sin embargo, esta conexión está sujeta al devenir de las demás energías, de
modo que se establece una especie de red invisible que tiende a un equilibrio,
lo que se manifiesta a través de los estados de salud y enfermedad, teniendo en
consideración que entre ambos estados existe una secuencia de estados
intermedios que se ordenan cíclicamente.
En este contexto, los distintos componentes
del cosmos juegan su propio rol en conexión con lo demás. El mapuche aprendió,
antes que Occidente a través de los evangelizadores y la escuela chilena lo
dijera, que el sol y la luna influyen en la vida del planeta que habita. Antes
que la ciencia occidental creara la rama de la Ecología, los mapuche entendían
con absoluta claridad la existencia de un frágil equilibrio cósmico, y como respuesta
a esa realidad establecieron el azmapu y el gijatun[7].
Es esta realidad o parte de ella la que los
diferentes tipos de relatos, creados por la gente mapuche de otros tiempos y
del presente, pretenden dar a conocer.
Autor de imagen: Fernando Raguileo Canales
Los tipos de
relatos
- Relatos de tipo literario
-
Epew: Relato de estructura simple que
se inicia con la presentación de los protagonistas y de la situación que les
convoca, continuando luego el desarrollo y finalmente el desenlace. Protagonizado
por animales, recrea la cultura mapuche en todos los ámbitos en que transcurre
la vida. Asume un rol fundamental en la formación de las personas en la primera
etapa de su vida.
-
Vl (Ül): Canción o relato con forma de
canción. Antecesora de la actual poesía mapuche, abarca todas las temáticas
(históricas, cotidianas, amorosas, lúdicas, picarescas, piam, etc.). No posee
rima y en numerosas ocasiones es improvisada.
-
Kohew (Konew): Adivinanza. Microrrelato lúdico,
cuyo rol es ejercitar la reflexión y contribuir a la formación de un pensamiento
complejo, como el de los adultos, o sea, su función es esencialmente pedagógica[8].
- Relatos históricos: Tratan asuntos relativos
a la historia local y/o de la Nación Mapuche. Una de las diferencias con
los demás es que son completamente comprobables.
- Piam: Tratan asuntos no
explicables con la lógica o que no poseen antecedentes totalmente
objetivos, como los siguientes:
o Kuyfi gvxam (Kuyfi nütram): Explican o recrean el origen de algo. En la
cultura occidental se les llama relatos mitológicos. Como el de Xeg Xeg y Kay
Kay que se sitúa en los tiempos originales y en situaciones de catástrofe
provocadas por el agua (lluvia e inundación).
o Perimontun:
Narran hechos que escapan a la cotidianidad, una especie de “avistamiento”.
-
Animales encantados, que viven en sitios de agua o
de difícil acceso (estero, mar, río, quebrada, pantano, cordillera, bosque).
-
Cumpaj (chumpall): Sirenas o sirenos
con forma totalmente humana que viven bajo el agua y buscan unirse a los
humanos a través del casamiento forzado.
-
Seres vivos ocultos y/o
peligrosos:
Cuero vivo, Culebrón, Concon (chonchón), Jepv (llepü) o Cinifilu (chinifilu),
piwcen o piwucen (piuchen o piguchen).
-
Aparición de personas fallecidas (alwe).
- Relatos de kalku: Narran asuntos tomados de
la realidad, tanto así que en varios de ellos es posible reconocer a los
protagonistas. También existen otros en los que no es posible hacerlo,
pues con seguridad pertenecen a tiempos antiguos.
Dicho en lengua castellana son
relatos de brujería; pero, es sólo una aproximación inadecuada. Los kalku son
parte de la realidad mapuche. Podría asegurarse que son necesarios para
equilibrar las energías, ya que la reacción de la comunidad no es el aislamiento
de ellos, sino – más bien – de resguardo.
e. Relatos
de la cotidianidad: Aquellos que tratan de asuntos diarios como el trabajo
y la convivencia humana.
Bibliografía:
Quintupill, Erwin (inédito). En
Saltapura, junto al fogón.
------- Adivinanzas. (http://mingakokultural.blogspot.com/search/label/Adivinanzas)
ANEXO: MUESTRA DE
RELATOS
Relato de tipo
literario
Ver en http://mingakokultural.blogspot.com,
la etiqueta Epew.
Relato histórico
Ver http://mingakokultural.blogspot.com/2011/09/saltapura-lof.html
Relato de piwcen
(Piam)
Se trata de que en un lugar había un laurel
grande, un roble, en el que había unas plantas en la parte alta; de esas
parecidas a los chupones; pero, más pequeñas. Entonces, se creía que en ese
lugar había piwcen. Es un animal con forma de pájaro habitualmente. La mayor
parte de las veces se presenta con forma de gallina. Pasaban cosas, por eso la
gente tomó esa idea. Los animales se morían y la gente se enfermaba, sin
explicación.
Un día, un hombre que no era del lugar se
presentó diciendo que él podría sacar el problema, echando abajo el árbol. La
gente sabía que de ese modo podía eliminar al piwcen; pero, no sabían cómo
hacerlo. Ese hombre les pidió comida, harto ají y alcohol, o sea vino. Cuando
tuvieron todo listo, el hombre se puso a cortar el laurel. Se detenía a cada
rato para comer ají y beber, y a lo lejos algo de comida; sin embargo, no se
emborrachaba ni se sentía mal por la cantidad de ají que ingería.
Habiendo pasado varias horas, porque el árbol
era grueso, logró botarlo. Entonces, la gente se allegó al lugar y se
encontraron con que en la parte alta del laurel el piwcen había construido su
nido, y… allí estaba, borracho, atontado. No ven que se dice que estos pájaros
chupan la sangre de la gente a la distancia; entonces, lo que le pasó fue que
se tomó el vino y el ají que el hombre tomaba y comía. Por eso se emborrachó…
En esa situación, la gente mató al piwcen y también a sus crías.
SEÑOYKAWE
(Ricardo Loncon – Lefhueluan – Traiguen)
A veces la olla se subía
desparramando el jugo de la carne
y un olor a grasa se levantaba de las brasas.
Mi abuela Elisa decía que Señoykawe,
el alma alegre del fogón,
estaba probando el sabor de la comida.
Señoykawe es pequeñito como tú,
pero mucho más travieso, mucho más.
¡Mira, él ya probó este alimento! me decía
extendiéndome un trozo de carne.
Señoykawe, diminuto remolino,
emergía desde el centro de las brasas
levantando una nube de cenizas
y desaparecía,
seguramente en dirección a otro fogón
donde se estuviera cocinando carne.
Fuente: Huenún, Jaime. (2011) Ragengey ti dungun. Pichikeche ñi mapuche kumwirin. La palabra es la flor.
Poesía Mapuche para Niños. Mineduc.
[1] Epew: Relato protagonizado por animales que
recrean las características y problemáticas importantes que acontecen en el
mundo mapuche.
[2] Picikece (Pichikeche): Personas pequeñas
(niños y niñas).
[3] Azmapu: Conjunto de normas que orientan la
existencia de todos los componentes del Cosmos.
[4] Lo biótico está
constituido por los componentes vivos. Lo abiótico, por los componentes inertes
(suelo, agua, aire, fuego y otras expresiones como la luz, el sonido, la
energía…).
[5] Este modo de conectarse al
cosmos está experimentando cambios acelerados con la intromisión de los
conocimientos académicos y los modos de vida no mapuche que llegan a ser
conocidos – principalmente – a través de los medios de comunicación masiva
(televisión y radio, en particular), aunque el rol de las diferentes iglesias y
de la institucionalidad chilena es igualmente importante en dicho proceso.
[6] La Física asegura que la
energía está presente en todos los cuerpos, ya sea en el modo de energía
cinética o potencial gravitatoria.
[7] Gijatun (Nguillatun): Ceremonia en que el
colectivo mapuche pretende conectarse a las energías, para restablecer y/o
mantener el orden cósmico. En ella, se solicita y da, pues el principio básico
de la reciprocidad universal está en sus fundamentos. Erróneamente, se le ha
traducido como “rogativa”, queriendo significar que el pueblo mapuche “pide o
ruega” del mismo modo que la cristiandad.
[8] Se hace necesario destacar que los epew y los
kohew, fueron creados por la cultura mapuche para contribuir en la formación de
las personas. Así, entonces, se puede afirmar que los mapuche se adelantaron
siglos al actual constructivismo pedagógico que considera las experiencias
previas, el aprender haciendo, las áreas de desarrollo próximo y lo lúdico como
recurso didáctico fundamental.
[9] ¿Foo Fighters?
[10] Entre comillas, pues no
se me ocurre asignarles nombre en mapuzugun y son próximos a los denominados
fantasmas de la cultura occidental.
[11] Ricardo Loncón, de la zona de Traiguen, ha
escrito un poema a Señoykawe que vive en el fogón. (Ver anexo)
1 comentario:
Muy bueno Erwin!.
Abrazo surero.
aldo.-
Publicar un comentario