Imagen: Amanecer
Fotografía: Erwin Quintupill
Saltapura, 1995
Erwin Quintupill
Saludos a mis hermanos y hermanas mapuche en primer lugar, y
enseguida a mis amistades no mapuche de todos los sitios.
Esta fecha nunca ha estado ausente para una parte de la
sociedad mapuche, a pesar de estar cautivos del sistema social, político y económico
chileno, a pesar del permanente intento de la cristiandad por asimilarnos a lo
suyo… (Creo que pretenden hacernos creer que sin cristianismo no somos nada;
algo así como corroborar -de un modo distinto al de antes- de que nosotros sólo
con lo cristiano podríamos llegar a ser algo… como si aún no fuéramos gente…
Des-almados nos llamaban ¿no?)…
En fin, la cosa es que nos trataron de meter a San Juan en
el asunto, y lo consiguieron en el cerebro de muchos; si también somos
vulnerables… Además que con tanta misión en nuestro territorio a cambio del
bienestar social (bienestar común le llaman ahora) lo menos que podía ocurrir
es que los niños se “convirtieran” a lo cristiano… aunque ha habido mucho cura
y pastor apenado por la porfía de las tradiciones que no dejan de manifestarse
en muchísimos de nosotros.
¡Bienvenido nuevo sol! Un nuevo ciclo vital comenzamos en
esta fecha, contigo. Un nuevo ciclo iniciamos las criaturas de la Tierra. Otros
lo finalizan. Van hacia el mar y lo cruzan -quizás- camino a lo desconocido.
(Ya sabemos, no existe una verdad absoluta).
Estamos aquí. Durante estas noches, las que vienen,
estaremos hablándole a los vegetales, a lo que no está vivo, a los demás
animales (especialmente al espíritu de los no mapuche) para que se alleguen al
equilibrio de las energías (newen). Los que no entienden nuestros asuntos, les
pido que piensen en eso que llaman la energía cinética o la energía de los
cuerpos en movimiento y en eso que llaman la energía potencial gravitatoria o
energía de los cuerpos detenidos en algún punto por encima de la superficie del
suelo. De esa energía estamos hablando los mapuche desde que notamos que está
junto a nosotros. También hablamos de la energía de los espíritus que – lo admito
– es más misteriosa que todas las demás. Y ni caso tiene el molestarse porque
las respuestas no llegan en el tiempo que quisiéramos; pues con saber que está,
con sentirla (no imaginarla) es suficiente.
Todas las energías se busquen en esta noche. El universo en
su infinitud probablemente no dé lugar al encuentro de todas. Por ello,
algunos/as seguirán sufriendo calamidades, permanecerán privados de libertad
por el Estado que castiga, otros continuarán bajo amenaza (en eso estamos
todos, en realidad), otros continuaremos viviendo el menosprecio
institucionalizado (en eso estamos todos también, incluso los que se han
cambiado el apellido), otros seguirán intentando creer en el refugio que les
parece haber hallado en las religiones del invasor o en las organizaciones
políticas de las clases gobernantes… etc. Mas, la idea es que nosotros/as –
conectados a/con la memoria – no perdamos de vista nuestra identidad.
Las culturas evolucionan, es cierto; pero, la esencia de
ellas se encuentra justamente en los principios y valores construidos por
generaciones y generaciones. Para el caso de nuestro pueblo, eso es tarea de
nosotros, los mapuche, con nuestras diferencias personales.
Hubo un momento en que nuestro WE XIPANTU (we xipan antv,
wiñoy xipan antv) se contactó con lo chileno, fue en los tiempos de la última
dictadura chilena… (Aclaro que nosotros hemos venido viviendo en un estado semejante
al de una dictadura permanente desde hace 130 años aproximadamente). No lo veo
mal, en tanto estrategia de acercamiento. Puede hacerse cualquier día cercano
al oficial. En cambio el we xipantu central, es
nuestro, para vivirlo en el contexto familiar o a lo mucho en comunidad.
No es una fiesta como gustan llamar los “ólogos” de todas las academias (y por
añadidura, la población que aprende a partir de esas enseñanzas), es un momento
íntimo para cada uno/a de nosotros.
Y como somos cautivos del sistema estatal chileno, bien
harían con darnos el día libre y las facilidades, para que pudiéramos reunirnos
con los nuestros. Es un derecho universal. Los pueblos originarios en Chile,
participan de los asuntos tradicionales sólo si pueden. Me refiero a aquellos
que hemos debido emigrar de nuestro
territorio ancestral y vivir prestando servicios a la chilenidad. Nosotros si
queremos asistir a un gijatun, lo hacemos siempre y cuando nos consigamos
permiso en el trabajo (un día administrativo, un adelanto de las vacaciones,
una licencia médica falsa, un permiso especial o qué sé yo). Si queremos viajar
en esta fecha para estar con la familia o la comunidad, lo mismo.
Un abrazo a todos/as
Que tengan buenos sueños… Soñar no cuesta nada; pero, tiene
sus consecuencias…
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