jueves, 24 de marzo de 2011
MARTÍN RAGUILEO
Enseguida, estuvo la “sorpresiva” participación de Martín Raguileo Canales, el mayor de ese grupo de hermanos, que emigró desde Saltapura a Santiago hace varios años. Nos contó que por mucho tiempo estuvo escuchando el modo de hablar de los mayores y que muchas otras veces preguntó acerca de las palabras y de la construcción oral de las ideas que quería expresar. También se preocupó de idear un modo de transferirlo, de enseñarlo, y que después de muchos intentos se decidió, durante el 2010, a instalar un curso para compartir lo básico de lo aprendido.
Desarrolló breves diálogos con las personas hablantes del público, para ilustrar la forma que él considera apropiada para enseñar y aprender en el espacio íntimo del hogar. Finalmente, lo mismo que los integrantes del Taller David Cayuqueo, reclamó con vehemencia la obligación de hablar en mapuzugun en presencia de los que no dominan o no saben hablar nuestro idioma. Fue un llamado de atención, especialmente dirigido a los mayores que, por diferentes motivos, han guardado silencio frente a los menores.
Por supuesto caló profundo el entusiasmo de los exponentes y sobre todo el reclamo mencionado. De entre los jóvenes participantes – sin lugar a dudas – quedó instalado el sentir el mapuzugun, las múltiples maneras de aprenderlo y, en especial que, si lo quieren aprender sólo deben querer hacerlo e idear un modo de cómo lograrlo.
De las experiencias vividas como inmigrantes en la ciudad poco o nada se dijo. Los exponentes – todos jóvenes – mostraron que para ellos lo más importante es el aprendizaje urgente del mapuzugun. Lo demás quedó como deuda para otra ocasión.
Fotografía: Germán Correa
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1 comentario:
La experiencia de Martin y los chicos del taller David Cayuqueo, hicieron que de una vez por todas, me decidiera a aprender mi lengua, y no esperar que mi padre o alguien mas viniera a enseñarme... decidí yo salir en busca de los que durante muchos años he querido, aprender el mapuzugun... hoy con 27 años, sé lo que significa xawun, y haci tantas otras... en un tiempo mas me sentiré aún mas orgullosa de ser mapuche, porque no solo llevaré un apellido si no que podré hablar la legua de mis papitos y de mi padre... agradecida plenamente de estas vacaciones, que mas que un descanso se transformaron en mi reencuentro con mis raices.
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