El fogón que construimos para acompañarnos durante la noche. En torno suyo cantamos y danzamos, algunos se cansaron y unos pocos le acompañaron hasta el amanecer, cansados y sin ganas de finalizar la conversación... Hablamos de todo, de lo que hacemos, de nuestras familias, de nuestra infancia, de lo hermoso y lo triste que hemos vivido en la lejanía.
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